jueves, 21 de marzo de 2019

Un loco marcando los ritmos

No puedo evitar mi asombro mientras sigo los programas dedicados a la política en radio y televisión. Horas y horas de debate, de confrontación, de conexiones telefónicas con unos y otros en las que se muestran los pros y los contras de algo que nunca había estado sobre la mesa de la agenda política de este país. No puedo evitar recordar una frase improvisada del gallo colombiano ÑKO con la que se defiende de su rival de aquel día. En plena batalla, el MC peruano Enzo ataca a su rival haciendo hincapié en el negocio de la cocaína que existe en el país cafetero: "tu país son los primeros exportadores, están contaminando el mundo". Al instante, la respuesta de ÑKO no pudo ser más sublime: "¿quiénes son más brutos los que la procesamos o el idiota que la consume?".

Algo así es lo que me viene a la cabeza con la relación VOX-Medios de comunicación, sólo que aún no sabremos qué dimensión tendrá la respuesta del colombiano en el ámbito político. Santiago Abascal, presidente del partido ultraderechista, concedió una entrevista al portal armas.es en la que ponía encima de la mesa el debate sobre si sería positivo contar con armas en nuestros hogares para la autodefensa. Tras ver la viralidad de las declaraciones, era el mismo portal el que se jactaba de la entrevista. Comenzaba a moverse la máquina de propaganda. El problema era que esta vez VOX había cruzado una raya, había hablado de algo que no estaba.

Y ahí es donde encuentro el quid de la cuestión. Nuestra cuestión. Sobre qué estamos haciendo, o a qué se están dedicando Ferreras, Susana Griso o Risto Mejide. Periodistas algunos y activos del show business otros. Todos a priori en contra de los ideales fascistas del partido de Abascal. Sin embargo, todos principales responsables de una campaña gratuita a los ultraderechistas. El líder de la formación, al igual que su homólogo popular Pablo Casado, se ha convertido en un auténtico crack de la agitación de las masas. Puso voz a algunos pensamientos que ya florecían a pie de calle, y a los que se le dedicó bastante tiempo: discursos machistas, antifeministas, racistas, xenófobos; defensor de la tauromaquia y enaltecedor del franquismo. Al fin y al cabo, estos temas ya estaban en la calle. VOX le dio VOZ. Triste, pero real.

Foto: David Alonso Rincón, Libertad Digital
En cambio, algo ha ocurrido que hace que no salga de mi asombro. En mi cabeza no me imagino otra cosa que no sea a Santiago Abascal como director de todas las televisiones españolas. A ese machote poniendo y quitando piezas a su antojo en este tablero que es la cobertura mediática. Él mismo ha decidido que en España se va a hablar única y exclusivamente de sus burradas. De las barbaridades que vaya soltando. Le bastó dejar claro su postura a favor de las armas para revolucionar todas las escaletas. Y, a todo esto, los partidos políticos contestando. Dando importancia a su propuesta, y eso no puede ser. A poco más de un mes de las elecciones generales y por el bien de nuestra democracia, de nuestro bienestar y nuestra convivencia no podemos seguir haciendo caso a las locuras de un partido que quiere devolvernos a una de las etapas más negras de nuestra historia. Al fin y al cabo, un loco está marcando los ritmos. 


                                                                                                              Pablo Vallejo (@vallejobotaro)